Dicen que cuando el personal de la división Delitos Contra la Propiedad lo detuvo ni amagó en resistirse. A los pocos minutos, cuando estaba rodeado y sabía que no tenía escapatoria, les habría ofrecido dinero para que no lo llevaran de vuelta a un calabozo. Varias fuentes comentaron que les habría prometido $ 500.000, pero los uniformados lo rechazaron y terminaron alojándolo en la Dirección General de Investigación Criminal y Delitos Complejos, en Junín al 800. José Antonio “Pico” Peralta, después de haber estado más de dos años prófugo, terminó en un calabozo. 
Ese no es un dato menor. El líder de “Los 30”, una de las bandas que está acusada dedicada al narcomenudeo en varios barrios del sur de la ciudad, estuvo menos de un mes detenido. Horas después de que le dictaran la prisión preventiva se escapó de una comisaría alejada, casi sin guardias, donde nunca debió haber estado. Su destino era el penal de Villa Urquiza, no Delfín Gallo. Nadie, hasta el momento, pudo contestar la gran pregunta: quién ordenó que fuera llevado ahí.
El origen
Esta historia comenzó a escribirse en 2014. En un procedimiento realizado por el Servicio 911, los uniformados irrumpieron en varias casas del sur de la ciudad. Allí secuestraron una importante cantidad de drogas y armas. Detuvieron a Roberto Emanuel Romero y a Alberto Córdoba Campos, quienes el miércoles comenzarán a ser juzgados por comercialización de estupefacientes. “Pico”, que sería dueño de las viviendas allanadas, logró escaparse, al igual que su hermano “Oreja” y otras personas que siguen libres.
“Esa es una de las grandes mentiras que existen en este caso. Él nunca estuvo prófugo, no sabía que había una orden de captura contra su persona”, aseguró Cergio Morfil, su defensor, en una charla con LA GACETA. “En realidad, hay que decir que las fuerzas de seguridad, tanto la provincial como la nacional, jamás realizaron un allanamiento en la casa del barrio donde siempre vivió. Él todo este tiempo siguió haciendo una vida normal”, agregó. 
“Pico” siempre fue conocido por su pasión por el fútbol. Muchos lo recuerdan siendo protagonista de los partidos picantes que se disputaban en la canchita de Inca Garcilaso y avenida Alem. Allí, María de los Ángeles Ramallo murió al quedar atrapada en un supuesto enfrentamiento a balazos limpios entre los integrantes de “Los 30” y “Los Garra” en noviembre del año pasado. La hipótesis del origen de ese enfrentamiento es una pelea por el dominio territorial. 
¿Nadie sabía que vivía ahí o que esas eran las actividades que realizaba periódicamente durante los últimos dos años? “No se encuentra al que no se busca”, es una de las frases de cabecera que la fiscala Adriana Giannoni suele decirles a sus empleados cuando alguna medida no da los resultados esperados.
Video polémico
En la fuerza recuerdan que a “Pico” lo detuvieron varias veces por hurtos y arrebatos menores. Reconocen también que fue creciendo en el ambiente delictivo y que lo acusaron repetidas veces por “salideras bancarias”. “Tenía antecedentes por haber cometido esos delitos, pero no puedo confirmar si alguna vez fue condenado. Tampoco era un hombre peligroso, pero sí inteligente, muy inteligente a la hora de cometer ilícitos”, agregó un ex comisario de la Brigada que -según confió entre risas- lo encerraba por una contravención cada vez que lo veía caminando por la City Tucumana.
Sin embargo, en los últimos tiempos tuvo un importante crecimiento en lo económico. La Justicia sospecha que fue porque se habría dedicado a la venta de sustancias prohibidas.
En las últimas horas, y como consecuencia de la trascendencia pública del caso, comenzó a circular una insólita versión. Según varias fuentes, “Pico” tendría en su poder un video en el que aparecería el secretario de un alto jefe policial arreglando un supuesto soborno para garantizar que lo dejaran continuar con su negocio. Esas imágenes, siempre según las versiones recogidas y que ya serían conocidas en la Justicia Federal, le habrían permitido estar en libertad todo este tiempo. 
Los mismos contactos revelaron que los policías que allanaron su domicilio no habrían ido a buscar drogas, sino a quedarse con las copias del video. Los trascendidos indican que lo habrían capturado para canjearle esas imágenes por su fuga. “Alguien que desobedece una orden de un juez Federal y que va en contra del mismísimo jefe de Policía, quien había dicho que no existía posibilidad de llevarlo a la comisaría de Delfín Gallo, es porque realmente está desesperado. No hay otra”, comentó una fuente de la investigación.
Morfil, que luego de haber entregado a Peralta se refugió en una villa turística para estudiar cómo defenderá a Romero y a Campos Córdoba en el juicio que empezará el miércoles, suspiró hondo antes de hablar. “Hay un video, pero de ninguna manera se ve a un policía recibiendo un soborno o una propuesta. Las imágenes que existen -agregó- son pruebas que se utilizarán para demostrar todas las irregularidades que se hicieron en ese famoso operativo”, aseguró con tono molesto.
“La única verdad -agregó con voz firme- es que Peralta no es un narco y con eso vamos a demostrar que todo lo que se hizo en este último tiempo está mal”, sentenció. 
Investigación
La Justicia ya maneja todos estos datos y no se descarta que en las próximas horas ordene profundizar la investigación en torno a los vínculos de la Policía con el líder de “Los 30”. Si este paso se concreta, con seguridad se elegirán a los pesquisas de las fuerzas nacionales para que la búsqueda de pruebas sean mucho más transparentes.
“Se va a investigar todo”, aseguró Paul Hofer, secretario de Seguridad, al ser consultado por LA GACETA. “El caso ya está en manos de la Justicia y de la misma fuerza, que inició los sumarios correspondientes”, señaló.
“Hay que ser claro: esta investigación servirá para saber qué responsabilidad tuvo cada persona. Y si se llega a detectar alguna irregularidad, será debidamente sancionado”, advirtió el funcionario.

Dicen que cuando el personal de la división Delitos Contra la Propiedad lo detuvo ni amagó en resistirse. A los pocos minutos, cuando estaba rodeado y sabía que no tenía escapatoria, les habría ofrecido dinero para que no lo llevaran de vuelta a un calabozo.

Varias fuentes comentaron que les habría prometido $ 500.000, pero los uniformados lo rechazaron y terminaron alojándolo en la Dirección General de Investigación Criminal y Delitos Complejos, en Junín al 800. José Antonio “Pico” Peralta, después de haber estado más de dos años prófugo, terminó en un calabozo. 

Ese no es un dato menor. El líder de “Los 30”, una de las bandas que está acusada dedicada al narcomenudeo en varios barrios del sur de la ciudad, estuvo menos de un mes detenido. Horas después de que le dictaran la prisión preventiva se escapó de una comisaría alejada, casi sin guardias, donde nunca debió haber estado. Su destino era el penal de Villa Urquiza, no Delfín Gallo. Nadie, hasta el momento, pudo contestar la gran pregunta: quién ordenó que fuera llevado ahí.

El origen
Esta historia comenzó a escribirse en 2014. En un procedimiento realizado por el Servicio 911, los uniformados irrumpieron en varias casas del sur de la ciudad. Allí secuestraron una importante cantidad de drogas y armas. Detuvieron a Roberto Emanuel Romero y a Alberto Córdoba Campos, quienes el miércoles comenzarán a ser juzgados por comercialización de estupefacientes. “Pico”, que sería dueño de las viviendas allanadas, logró escaparse, al igual que su hermano “Oreja” y otras personas que siguen libres.

“Esa es una de las grandes mentiras que existen en este caso. Él nunca estuvo prófugo, no sabía que había una orden de captura contra su persona”, aseguró Cergio Morfil, su defensor, en una charla con LA GACETA. “En realidad, hay que decir que las fuerzas de seguridad, tanto la provincial como la nacional, jamás realizaron un allanamiento en la casa del barrio donde siempre vivió. Él todo este tiempo siguió haciendo una vida normal”, agregó. 

“Pico” siempre fue conocido por su pasión por el fútbol. Muchos lo recuerdan siendo protagonista de los partidos picantes que se disputaban en la canchita de Inca Garcilaso y avenida Alem. Allí, María de los Ángeles Ramallo murió al quedar atrapada en un supuesto enfrentamiento a balazos limpios entre los integrantes de “Los 30” y “Los Garra” en noviembre del año pasado. La hipótesis del origen de ese enfrentamiento es una pelea por el dominio territorial. 

¿Nadie sabía que vivía ahí o que esas eran las actividades que realizaba periódicamente durante los últimos dos años? “No se encuentra al que no se busca”, es una de las frases de cabecera que la fiscala Adriana Giannoni suele decirles a sus empleados cuando alguna medida no da los resultados esperados.

Video polémico
En la fuerza recuerdan que a “Pico” lo detuvieron varias veces por hurtos y arrebatos menores. Reconocen también que fue creciendo en el ambiente delictivo y que lo acusaron repetidas veces por “salideras bancarias”. “Tenía antecedentes por haber cometido esos delitos, pero no puedo confirmar si alguna vez fue condenado. Tampoco era un hombre peligroso, pero sí inteligente, muy inteligente a la hora de cometer ilícitos”, agregó un ex comisario de la Brigada que -según confió entre risas- lo encerraba por una contravención cada vez que lo veía caminando por la City Tucumana.

Sin embargo, en los últimos tiempos tuvo un importante crecimiento en lo económico. La Justicia sospecha que fue porque se habría dedicado a la venta de sustancias prohibidas.

En las últimas horas, y como consecuencia de la trascendencia pública del caso, comenzó a circular una insólita versión. Según varias fuentes, “Pico” tendría en su poder un video en el que aparecería el secretario de un alto jefe policial arreglando un supuesto soborno para garantizar que lo dejaran continuar con su negocio. Esas imágenes, siempre según las versiones recogidas y que ya serían conocidas en la Justicia Federal, le habrían permitido estar en libertad todo este tiempo. 

Los mismos contactos revelaron que los policías que allanaron su domicilio no habrían ido a buscar drogas, sino a quedarse con las copias del video. Los trascendidos indican que lo habrían capturado para canjearle esas imágenes por su fuga. “Alguien que desobedece una orden de un juez Federal y que va en contra del mismísimo jefe de Policía, quien había dicho que no existía posibilidad de llevarlo a la comisaría de Delfín Gallo, es porque realmente está desesperado. No hay otra”, comentó una fuente de la investigación.

Morfil, que luego de haber entregado a Peralta se refugió en una villa turística para estudiar cómo defenderá a Romero y a Campos Córdoba en el juicio que empezará el miércoles, suspiró hondo antes de hablar. “Hay un video, pero de ninguna manera se ve a un policía recibiendo un soborno o una propuesta. Las imágenes que existen -agregó- son pruebas que se utilizarán para demostrar todas las irregularidades que se hicieron en ese famoso operativo”, aseguró con tono molesto.

“La única verdad -agregó con voz firme- es que Peralta no es un narco y con eso vamos a demostrar que todo lo que se hizo en este último tiempo está mal”, sentenció. 
Investigación

La Justicia ya maneja todos estos datos y no se descarta que en las próximas horas ordene profundizar la investigación en torno a los vínculos de la Policía con el líder de “Los 30”. Si este paso se concreta, con seguridad se elegirán a los pesquisas de las fuerzas nacionales para que la búsqueda de pruebas sean mucho más transparentes.

“Se va a investigar todo”, aseguró Paul Hofer, secretario de Seguridad, al ser consultado por LA GACETA. “El caso ya está en manos de la Justicia y de la misma fuerza, que inició los sumarios correspondientes”, señaló.

“Hay que ser claro: esta investigación servirá para saber qué responsabilidad tuvo cada persona. Y si se llega a detectar alguna irregularidad, será debidamente sancionado”, advirtió el funcionario.